Esposas, grilletes… 2º Parte 

Ya os hemos hablado un poquito de la historia de las esposas. Y en medio de ello, también os habíamos recomendado un libro. Digamos que, a nuestra consideración, el librito es tan importante como para llegar a decir, que debería ser de lectura obligatoria para todo Bedesemero que se precie. 

Lo sé, lo sé… leer igual a puaj, caca, feo etc.… y menos aún si os decimos que el libro se consigue en inglés. 

Pero como yo soy casi buena, y recalcamos que la palabra clave es casi… os voy a hacer un pequeño resumen del mismo para que entendáis nuestro interés en compartirlo. 

Antes de seguir, aclaro, no, no hablo inglés. Aquí la erudita y bilingüe es Arlei. Mi lengua natal solo me da dos opciones y ambas del español. Léase algo así como, el español coloquial de… buenos días, que tal está? Y el … me cago en todo, tu pu…madre y hasta los coj… me tenéis. 

Así que no queda más que confesar, que, para ayudaros, me he sacrificado por el equipo, y he incurrido en el uso y abuso del… Traductor!!! Dios bendiga esta herramienta. 

Como todos sabéis, las esposas y grilletes tienen el mismo fin, que es “la Inmovilización de una persona” 

Está claro que, más de uno habrá jugado o fantaseado con las esposas. También es cierto que, uno de los accidentes más habituales de este juego es… el perder, olvidar etc las llaves que nos permitan liberarnos de ellas. Y aunque sabemos que parte de la fantasía también radica en el riesgo de que algo pudiera pasar, lo que tiene su morbo, nosotras no queremos quitaros las fantasías, pero si ayudar para que tengáis un plan de contingencia.  

Según se dice por ahí, hay más de 200 modelos de esposas patentadas. Eso quiere decir, que son muchas llaves y mecanismos a tener en cuenta. Obviamente, no vamos a hacer un estudio detallado de cada una. Tampoco es que seamos expertas en abrir esposas o usar ganzúas… que esto es un blog, no una serie de acción televisiva.  

Pero sí es cierto, que hay ciertas características que pueden tener en cuenta, para liberarse, en caso de necesidad. 

Si algo tenemos claro, es que es muy raro, que uno tuviera en su casa el último modelo de esposas que se encuentre en el mercado policial o militar. 

Pero a la hora de pensar en las esposas, tenemos que saber que hay tres cosas a tener en cuenta. La gente que las hace, quiere ganar dinero. Si, ya, llamadlos comerciantes, pero la gente suele tener la necesidad de obtener ganancias por sus ventas. Y cuanto más beneficio mejor. Un detalle, que las esposas no se venden como las patatas en el mercado. Eso hace que sea un mercado reducido. Por tanto, suelen darse tres cosas en la fabricación… 

  • Que la fabricación sea deficiente, para ahorrar. 
  • Que el diseño, por mucho que sea el último modelo, no lo haga mejor que anterior… sino lo contrario, aunque muy chulo 
  • Y, lo mas divertido, que el ojo de la cerradura sea grande, lo que es una ayuda para el prisionero, pero una desventaja para el carcelero. 

Está claro, que la gente que se ocupa de la seguridad, lo que suele buscar es la facilidad a la hora de la manipulación, mas que del tamaño de la llave o los engranajes que posee. 

Pero nosotros, vamos a centrarnos en las que podemos encontrar para uso particular. Que si bien lo de la policía y las esposas tiene su morbo, pero no es cuestión de que vengan por aquí con malas intenciones… o si?… ahora me habéis puesto en un aprieto… sigamos. 

Una cosa importante a tener en cuenta, por ejemplo en las esposas S&W Security, es que tiene muchos modelos, como los zapatos… y al igual que los zapatos, que cualquier paño sirve para limpiar, en las esposas, la misma llave suele servir para casi todos los modelos de esa marca. 

Está claro, que el hombre es un ser curioso o escurridizo, dependiendo el caso. Eso quiere decir, que desde que se crearon las esposas o grilletes, siempre hubo alguien que quisiera saber como funcionaban o como abrirlo, ya sea el cerrajero, el carcelero o el prisionero. 

Y eso nos demuestra una cosa… puede haber mucha historia, puede haber pasado mucha agua bajo el puente, pero desde que un cerrajero sintió la necesidad de saber abrirlas, quiere decir que siempre hubo un tonto que se olvidó, perdió o le robaron las llaves, mientras las tenía puestas. 

Volviendo, hay muchos materiales que se utilizan según el tipo de esposas, desde horquillas, tiras muy finas de acero, un destornillador tamaño joyero, etc. 

Por ejemplo, las esposas que son ajustables, que cierran ajustando, solo requieren algo que haga de especie de cuña para que resbalen los dientes y se abra. Esa cuña se puede hacer con una tira de acero, una aguja de lana, un resorte de reloj antiguo… creo que estamos todos de acuerdo, que de todo eso, lo más probable sea que la aguja sea lo único que tenemos por ahí, pero bueno, una pasa la info y que cada uno se libere como pueda. Vale, venga, según el libro, también vale un clip, pero nosotras no somos tan positivas con ese sistema. 

Otro clásico, que sinceramente, pensé que era más un mito, como el clip, es lo de las horquillas. Parece ser, que si enderezas la horquilla y utilizas el lado liso, pero dándole una pequeña curva, que siga la forma de la esposa, puede hacer de palanca y abrirla. 

Por ejemplo, en las esposas del Siglo XX, las modelo Peerlees, se podían abrir con una horquilla y un “golpecito”, ya que la cerradura era muy buena, pero tenían un defecto, y si les dabas un golpe en el sitio correcto, cedían. Menos mal que la gente de aquella época no nos lee, ya me imagino a más de uno diciendo… haberlo dicho antes!!! 

Y por último, y quizás el más difícil de los sistemas, es el de forzar las cerraduras de las esposas. Esto no es tan fácil. Vamos, que salvo que seas cerrajero o del Servicio Secreto o un 007, es dudoso que tengas cables, ganzúas, alambres y cerra, para sacar moldes etc. Hay quien dice por ahí eso de las llaves maestras… pero resulta, que dichas llaves, solo suelen servir para algunos tipos de esposas. Para el resto, más que maestra son parvulitos y cerradas quedan. 

Pero, algo bueno, es que muchas llaves, que no son para esposas, pueden servir, como os mostraremos en la imagen. 

Y si no tienes llaves, ni habilidad para abrirlas… mantén el teléfono cerca… quien te dice, si no llamas a tu madre o a tu suegra, hasta puedes tener una buena anécdota y hasta puede que un final feliz para disfrutar, si quien te rescata se apunta al juego. Eso sí, asegúrate siempre de poder abrir luego las esposas. 

Así que, mientras miráis y exploráis vuestras esposas… yo me voy con Arlei, a ver si tiene algo nuevo con que jugar o café para tomar. 

Shadow Mind y Arlei Quinn 

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